domingo, 15 de abril de 2012

Que te den por culo!!!


Hace una semana tuvimos la última actuación con el dúo, que debió ser trío, pero que por motivos económicos tuvo que hacerse así.
Ese día nos llamamos por teléfono varias veces porque nos echábamos de menos y era raro.
Después de hablar contigo por teléfono la primera vez, pensamos que no teníamos que hacer actuaciones en dúo, te echamos en falta...
Ese día, Juan tuvo que cargar el coche solo, y hacer repaso de la carga solo, y no pudo preguntarte cincuenta veces que si estaba todo, que si habías metido cables de sobra o que si las luces estaban bien.
Cuando llegamos tuvimos que montar solos también, y como no estabas, me tocó cargar con cosas pesadas y arrastrar esa caja de ruedas llena de cables que pesa lo suyo. Y tampoco te tuve para que bajaras en la prueba y me dijeras si mi micro no estaba ni muy grave, ni muy agudo, ni con mucha rever (y luego te reías de mi) y que el volumen era el perfecto entre música y voz, que ya sabes que el Juan abusa de volúmenes, el tío.
Cuando montamos Juan y yo tuvimos que comer solos, así que no pudimos evitar llamarte para decirte que te echábamos de menos, y después de colgar, con el teléfono en la mano de nuevo, estuvimos a nada de llamarte otra vez para que te vinieras (se que lo hubieras hecho).
El agua me la tuve que pedir solita y los pasos de baile a mi aire, porque no tenía que estar pendiente de que dieras pie con bola para seguirme y menear el culo. Y por supuesto, en George Dan no pude decirte lo de "la casera Pedro!!!", ni avisarte del "culazo" en la Tani.
Tampoco hicimos repaso de conjuntos entre las féminas, ni decidir quién nos parecía la más sexi o la más loca o la más elegante. Ya tomé nota yo por los dos pa contarte luego.
Tampoco te tuve pa dejar el micro, ya sabes, no me gusta que me lo escupa la gente cantando, así que ahí estás tu siempre para poner el tuyo incluso antes de que se suban a cantar los espontáneos de la fiesta.
Y en mitad de la actuación nos llamaste de nuevo para ver que tal nos iba, a ver si te echábamos de menos; y en medio de una canción, entre frase y frase te pude decir que mucho, jejeje y que la gente nos había preguntado por ti!!!!! Poco más pude decirte en medio de la canción, tan solo quedamos para hablar luego. Y así lo hicimos, después de la actuación volvimos a hablar por teléfono para contar la faena (si es que te echamos mucho de menos...).
Y terminamos de cantar, y tampoco te tuve para desmontar, así que una vez más me tocó cargar con peso.
Antes de montarnos en el coche nos volvimos a acordar de ti al ver la maquinita de las "guarrerías" y como no estabas, Juan se tuvo que comprar algo, pero no se atrevió con las hamburguesas plastificadas que nos comimos en otras ocasiones tu y yo, el Juan no pasó de las patatas fritas y los gusanitos, el tío...
Y después al coche; y no estabas para decirme que cuando empezara a ver cosas al borde de la carretera que te cambiase, que tu conducías. Y como no nos cambiamos, tampoco tuve la oportunidad de decirte mil veces:
- Pedro!!! vas bien, que si quieres nos cambiamos otra vez.
- Que noooooo, duermete anda...
- Pedro, que no me importa que ya estoy bien, yo lo cojo.
Hasta que te cansaba tanto que me mandabas a freir monas y me podía dormir de nuevo, aunque fueras con los ojinos apretaos, haciendo fuerza para abrirlos y llegar sanos y salvos (difícil tarea, verdad?)
Y llegamos al local, y como siempre, no teníamos fuerzas para descargar, así que decidimos que al día siguiente haríamos la tarea. Y le tocó a Juan porque en otra ocasión, te hubieras adelantado a la mañana siguiente y hubieras descargado todo tu solo.
Tampoco te tuve, cuando cogimos el coche en el local, para despedirnos hasta la próxima y decirte:
- Pedro, que te den por culo!!!!! (con el dedo en alto en plan macarra)
Y siempre me decías:
- moisdufit ndfgioerut mlkjdioer, que te den!!!
Y faltaba el último paseito en nuestros coches por la carretera de las vaguadas, volviendo del local. Siempre te adelantábamos y yo por la ventana te volvía a poner el dedo en alto o los cuernos con careto de Heavy, hasta que nos descojonábamos y cada uno tiraba para casa.
Todo esto en un día normal de bolo, porque siempre podemos contar los extras de días especiales, como comerse las uvas de año nuevo en el arcén de una carretera de pueblo a ritmo de campanadas radiofónicas o tener que cambiar la rueda de la furgo cargada de cacharros a las ocho de la mañana en la misma entrada de Badajoz.
Por todas estas cosas y muchas más, no vamos a hacer más dúos, que lo sepas, así que prepárate porque ni puedo, ni quiero prescindir de ti. Me da igual que hayas decidido irte para el otro barrio sin avisar ni despedirte.
Yo te espero en la próxima, así que ya sabes, como siempre te digo, hasta la próxima actuación, la próxima cena en casa, la próxima cena con amigos, la próxima caña en los Alféreces, el próximo ensayo, la próxima llamada...
Que te den por culo!!!

domingo, 25 de diciembre de 2011

No va más...

Imposible empezar de nuevo, imposible conocerte de nuevo...
Todo se ha dicho, todo se ha escrito ya entre nosotros, no hay marcha atrás, no hay vuelta, no hay retorno.
Camina, vuela, se libre, hazlo,
pero, deja que ella también vuele,
deja que ella respire, que se sienta viva,
que por una vez, ella sonria...

Ella

Siempre fue a la que buscaba, siempre fue a la que amé...
En un principio, fue la armadura que utilicé para protegerme de mi pasado, algo que nunca me perdonaré. Tarde me di cuenta de que frente a ella no hacía falta protegerse de nada, simplemente ser...
Tan pura era, que ni armadura, ni escudo, ni lanza, podian parar el amor que recibía de ella, siempre puro, siempre inocente. Pero tarde me di cuenta y tarde es, para decirle que todavía la quiero, que solamente a ella la querré...
Juan Pacheco

domingo, 2 de octubre de 2011

Como el buen vino

Hay personas que, como los buenos vinos, esos que se crían en barricas de roble, mejoran con los años.
Él estaba convencido de que ella era una de esas afortunadas personas, que con el paso de los años había ganado en belleza, sabiduría y atractivo; y para su desgracia, eso le hacía aun más vulnerable ante ella.
Por fin, juntaba en una sola mujer todo lo que añoró para la mujer de su vida y ella lo era, eso repetía continuamente. Tenía la mirada ingenua de una niña, la sonrisa de cascabel que tanto le iluminó y ahora, también, la belleza y el glamour, de una MUJER. De esas que tanto admiró con el pasar de los años, de esas que hacían que sus ojos se tornaran tan profundos como el abismo de sus mentiras.
Ahora por fin lo tenía todo en una, ya no necesitaba buscar sus carencias en otro cuerpo, en otros ojos, en otros labios... por fin juntaba cada tesoro anhelado en un solo cuerpo, en un todo.
Solo había dos cosas que superaban la felicidad del hallazgo, dos cosas tan nimias y tan colosales que no le permitían disfrutar su suerte:
La primera no era ninguna novedad, pues quien le conocía sabía de sobra que su hallazgo era para él un auténtico yugo, un placer que más que gustos le proporcionaría angustias y desvelos.
Pero esto era una auténtica insignificancia si conocías lo colosal y doloroso de la otra mitad...
Ahora que por fin encontró el tesoro que todo hombre busca eternamente, ahora que ella es ELLA, ahora...
ella ya no le quiere...

domingo, 17 de julio de 2011

Vienes y vas


Tuve tu sonrisa en mis manos y tus palabras en la boca.
Tus brazos rozándome y tus susurros quemándome el alma.
Eras todo mío...
Ahora sin embargo vas y vienes como el vaivén de las hojas en otoño y nunca llegas. Parece que te acercas, parece que de nuevo serás mio, en cambio, una vez más te alejas sin dejar rastro, sin dejar huella.
Cómo puedo alcanzarte?
Ocupa mi tiempo y mi mente el camino hacia la salida en el laberinto de tus días, y sólo espero poder encontrarte...
Me canso, y la quimera que inventé para ti se ha hecho añicos entre mis manos, ha desangrado la espera, ha quemado tus naves...
Ya no eres el niño de mis ojos, ya no te busco cada noche, ya no procuro tu encuentro; uno más, el único, el último, el que tanto he anhelado.
Me canso, porque nunca llegó y se fue, porque no me di cuenta, porque no quise saberlo, no quise sentirlo, no quiero vivirlo. Ese encuentro ya no es...
Me canso.
Me canso porque no quiero darme cuenta, porque quiero vivir tu mentira.
Pensar en ti, me alivia, pensar en ti me calma, pensar en ti me ciega. Ya no.
Se que un día vendrás y me llenarás cual lluvia de primavera al río manso...