miércoles, 3 de noviembre de 2010

Tu camino, el camino




Brilla el sol,

luce el cielo,

todo se ilumina si caminas conmigo.





Quiero aceptar que te quiero,

quiero gritar que te sigo,

quiero lamer tu rastro,

libar tu aroma,

sudar tu sueño,

besar tu nuca...

Desmontas mi armadura con tus caricias de nube,

despiertas el alba con tu respirar tranquilo,

haces que los poros me estallen en almibar.

Eres tan dulce...

Bébeme tranquilo.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Desdicha y dicha



La desdicha se apodera de su alma y al desdén no le da tregua.

Cuesta pensar que aún flote sobre las lavas mortales con una sonrisa en la boca, con una ilusión de quinceañera a punto de estrenar su fuego interno, a punto de darse entera...

Eso es lo que hace ella, darse. Y se da con la facilidad de un pez en el agua, con la facilidad de un personaje de comedia que asumió que ese es su papel y que de otro modo no hay carcajadas, no existe el éxito, que no es más que el hecho de borrar una tilde, existo, y eso es lo quiere.
La miro, la observo, escudriño cada gesto, cada mirada, cada palabra, afanada en encontrar un tropiezo en esa pose de resignación sin pena, pero todo lo acalla con una sonrisa, con una caracajada...

Es en su soledad, en su silencio, donde esconde la derrota; es allí donde se desnuda y se desarma, donde cuenta sus verdades y donde explica el por qué de su mentira. Allí cuenta hasta donde podrá aguantar...

Ella lo sabe, sabe perfectamente hasta donde llegará su máscara y eso la hace más vulnerable, más débil, más marchita, pero en definitiva, más feliz, porque nada es gratuito, nada es altruista aunque el escaparate así lo muestre. Sabe que llegará hasta el final porque así lo ha elegido.

Sus vacíos, sus silencios, sus soledades le muestran la desdicha y el dolor, pero sabe que a cambio recibe los parabienes y la admiración de todo el que quiere creer su pose, de cualquier mortal que se consuela con la compasión ajena.

Su escaparate le permite recibir alagos y parabienes y a ella con eso, por ahora le basta...

jueves, 7 de octubre de 2010

Mi Príncipe Azul

Miro su perfil y me pierdo en cada curva, en cada línea, en cada gesto. Lo mismo ocurre si lo miro de frente, mientras duerme, mientras mira, mientras escucha, mientras suspira...

No me canso...

Lo quiero, lo adoro, lo deseo, lo amo tanto... Nunca lo he odiado y se que nunca lo odiaré porque se trata de un amor incondicional, inconmensurable, incombustible, infinito...

Descanso cuando él descansa y me alivio cuando no está, pero no puedo vivir sin él, se que nunca más podré vivir sin él.
Llegó y me atrapó, e incluso antes de que llegara ya era toda suya, ya le pertenecía, ya le pertenezco. Y aunque no lo sabe me tiene, y aunque a veces le digo "no", siempre seré suya. Siempre...

Porque en su boca las palabras suenan distintas, suenan a música; todo en él dibuja una sonrisa en mi alma.

Un hombre puede cambiar tu vida y hacerla inmensamente feliz,
un duende puede cambiar tu vida y hacerla diferente,
un príncipe puede cambiar tu vida y hacerla mejor.

Hoy, tengo un hombre, tengo un duende y he aprendido, en contra de lo que todos piensan, en contra de lo que todos cuentan, que los príncipes existen y por fin yo ya tengo el mío...

martes, 21 de septiembre de 2010

Nunca jamás...


Siempre le quedó la esperanza de pensar que estaba equivocada.

Siempre quiso imaginar que la querías.

Siempre deseó poder abrazarte, poder besarte, tranquila de lo que hacía, sin importarle quién mirara o qué pensaran...



Nunca pudo...

Hoy sabe que jamás pasará nada.
Sabe que jamás será tuya.
Sabe que jamás fuiste suyo.
Hoy sabe que todo ha muerto entre vosotros...






martes, 7 de septiembre de 2010

Flotar contigo

Echo de menos atarme a tu cabello y dejarme llevar...
Rozar tu nariz, beber tu aliento.
Llévame una vez más.

jueves, 22 de julio de 2010

365


Se pasa un año, doce meses y 365 días alimentando su vida con el recuerdo de aquella mirada, de algún gesto. Y así un año tras otro.

Le han quedado tantas cosas por decir...
Pasa los días ensayando su nuevo encuentro, repitiendo en su cabeza cada una de las palabras que esta vez se atreverá a decirle, porque sabe por experiencia propia, que la vida pasa volando, que un día ya no estás, y no quiere dejar atrás su momento pensando que no le dijo todo lo que cada día repasó frente al espejo mientras marcaba de carmín sus labios pretendiendo ser su presa tan sólo por una noche.

Sólo con una le basta...

Si él lo supiera no lo pensaría dos veces, pero ella no le deja saber que está allí para él, que se ha puesto ese vestido por él, que solo su presencia le merece para dejar todo y correr a su lado.

Si él lo supiera cambiaría su vida, todo o nada...
Nunca le gustó arriesgar así que prefiere vivir en el anonimato de su destino y no tentar a la suerte.

Por ahora, ha decidido conformarse.
Por ahora, ha decidido esperar 365 días, 365 besos...

domingo, 13 de junio de 2010

Besos








No es más guapo, no es más alto,
no es más listo.
Ni cocina, ni canta,
y rarezas tiene varias.
No es príncipe, ni rey,
ni astronauta.


-¿Qué tiene entonces que no tenga yo?
-Besos, mi amor.
Con cada sonrisa, me regala un beso...

martes, 25 de mayo de 2010

Nada queda



1, 2, 1, 2, 1, 2,... no cuenta.
El único ejercicio que realiza es el de su cerebro intentando memorizar las veces que pasó, e intentando olvidar que pueda pasar de nuevo.
Puede contar una tercera pero no quiere imaginarlo porque solo eso le parte el alma, la deja sin esperanza.
Le han dicho que aquello que ocurre una vez, puede ocurrir una segunda, pero que aquello que ocurre dos veces, seguro ocurre una tercera.
No quiere necesitar más salvavidas, no quiere hundirse de nuevo, no quiere perder la esperanza pero sabe que una vez más puede navegar a la deriva en un río de rosas y lágrimas. Porque es dulce y bello como una flor pero amargo y doloroso como su mordaz espina.
Ahora o nunca, ahora y siempre.
Siempre, guardará consigo sus aromas, sus silencios, sus tiempos, su todo, su nada...
Nada, eso queda, nada.

viernes, 21 de mayo de 2010

Él también la desea


Cierra los ojos y lo más que alcanza a imaginar son sus manos...
Apenas tiene recuerdos, la emoción la llena tanto, que abruma su memoria hasta el punto de no retener los momentos más dulces junto a él.
Le ha dicho tantas cosas, le ha mirado tantas veces y le ha hecho suspirar con tanta fuerza, que su frágil memoria no es capaz de guardarlo para ella. Por eso no puede disfrutar las cosas una y otra vez, por eso tiene que alimentarse de lo que la imaginación le permite, porque los recuerdos se los quedó él.
Imagina y vuelve a imaginar, y mezcla el almíbar de la pasión con el ácido desencuentro, porque sabe que acabará hundida, porque sabe que si lo ve de nuevo, volverá a cuestionarse su existencia, volverá a dudar de su destino, pero ante todo, volverá a rodar entre sus brazos.
Lo desea tanto…
Sueña cada noche con ser rozada por sus manos y cuando el duermevela la perturba, serena su alma con píldoras de amor eterno. Entonces, imagina lo que desea y desea lo que no alcanza, aquello que no tienta por miedo, por prudente, por imbécil. Así, espera que un día más su dedo se deslice por su espalda y le haga sentir que entre tanta gente, él sigue a su lado, desde lo más lejos.
Esas manos…
Son tanto sus manos para ella, y sin embargo nunca las ha tocado, nunca la han rozado. Será por eso que las tiene idealizadas. No tanto su boca, que le ha dejado lo más deseado y lo más mezquino de sus idas y venidas. Una boca que la hunde hasta el negro más profundo y la eleva entre muerdos de locura.
Esa boca…
Poco queda ya para sus ojos. Poco o todo. La buscan, la pierden, le mienten, le regalan tanto. La mayoría de las veces apenas puede hablar así que todo se lo dice con la mirada. Y aquí de nuevo tiene que imaginar, tiene que adivinar lo que otros ven como evidencia. En ese instante, en ese mismo momento, todo se para, y un instante, un cruce de miradas, se hace eterno. Le ha dicho tanto en tan poco tiempo.
Esos ojos…
No sabe si lo volverá a tener entre sus brazos, no sabe si volverá a beber su aliento, no sabe si volverá a morder su boca, pero de una cosa está segura,
él, también la desea…

jueves, 29 de abril de 2010

Mujer roca...


Bien pronto comenzó a saber lo que son obligaciones y no deberes, que era aquello que todas las niñas de su edad hacían cada tarde mientras ella ya saboreaba las mieles y las hieles del duro trabajo diario.
Igual que eso, bien pronto aprendió a echar cerrojo a su alma y no dejar pasar a nadie…
Supo ser obediente y acató todo lo que dijeron, también aquello de que el primer amor era para siempre. Y ella lo intentó. Pero cuando decidió darse, sólo recibió vacios, y empezó a preguntarse; qué pasa, qué falla, qué falta. Y gira y gira en un bucle de mentiras que voluntariamente quiere creer por el simple hecho de no fallar, por no querer defraudar, por no querer defraudarse. Pero un día las mentiras le pisaron los talones y no tuvo más remedio que plantarles cara.
Se hundió con las misma obediencia que lo hacía cuando niña, pero ahora la niña había crecido de golpe, había crecido por miedo, por vergüenza, por pudor, por rabia.
Un grito mudo invadió el aire del cielo, la espuma del mar y el rocío de la aurora pero nadie la escuchó, nadie recogió sus lágrimas así que las secó con el puño que cada día contaba como tirar pa`lante y echó la llave, se cerró.
Ahora, su alma triste no deja pasar a nadie, las llaves de su castillo de princesa olvidada se han oxidado. Ahora se ríe de todo y de todos. Ahora disfruta de su cuerpo, de tu cuerpo, del tuyo… y no quiere más.
Sigue siendo la niña obediente que aprendió de “chica” y sigue poniendo su puño sobre la mesa cuando hace falta, pero desde el día que enmudeció el cielo con su entraña, desde el día que secó el mar con su garganta y desde el día que quemó los cerros con su ahogo, desde ese día, la mujer se convirtió en roca y no quiere saber más de nada…

sábado, 17 de abril de 2010

Sin mirar, verte...


Su vientre es la bolsa de oxígeno que le ayuda a respirar y hundirse en su pecho es la balsa que la salva del naufragio.
Por eso ha caído tantas veces, por eso ha renunciado a ver el sol cada mañana y se amarra al vacío para pensar que no está sola, que sigue allí.
Todavía pasa rozando su puerta por si un susurro pudiera despertarlo y llevarlo con ella. Aún sueña que es posible y que dándose un poco, que dándole todo, volverá a su río.
Ha tenido que tocar fondo, ha tenido que arañar el infierno para darse cuenta que aquello no era un cuento de hadas y que su príncipe se convirtió en verdugo. El verdugo más miserable que nunca hubiera imaginado.
Sus ojos se perdieron en las lindes del enemigo y ninguna señal terrestre pudo avisarla, todo fue en vano.
De esta manera la encontraron una y mil veces, con los ojos hinchados de llorarle y el alma rota por el desencuentro...

El letargo duró lo suficiente como para que su melena luciera cual lustroso azabache y su boca torciera el gesto simulando una sonrisa.
Así se lanzó a la calle, así camina con paso firme, sabiendo que es libre, sabiendo que ahora puede, que ya no más.
Sin embargo, en ocasiones gira el rostro y vuelve la mirada porque sabe que no puede bajar la guardia, porque sabe que si vuelve, una vez más será suya...

jueves, 15 de abril de 2010

Amor, amor...


Amor, amor,
amor amado, amor perdido,
amor cansado, amor furtivo,
amor que descansa cual cántaro en mi regazo.
Amor que desata mis furias más despiadadas,
mis anhelos perdidos, mis vacíos, mis delirios.
Toma las palmas de mis manos,
besa mis tobillos, levanta mis pasiones,
desata mis deseos, anuda mi cabello.
Amor amado, amor alado,
vendrás esta noche a llevarme contigo?

viernes, 9 de abril de 2010

Seguir volando


Quiere salir volando,
quiere dejar lo que fue para encontrarse de nuevo,
para saborear el néctar de su boca,
para dejarse a su antojo,
para morir asfixiada por sus ojos.
Alguna vez salió a volar pero lo hizo sin rumbo, sin alas…


Ha pisado muchas tierras y ha encontrado más desesperanzas de las que esperaba porque pensó que volar libre sería lo más arriesgado en la vida. Ahora se da cuenta que vivir flotando sobre un mar de lava es mucho más difícil; se da cuenta que mantener encendidos sus rescoldos es harto doloroso; y que cargar las penas como quien juega a un boleto su suerte, es muy arriesgado, porque todo vale, todo cuesta, todo tiene precio.
Así, ella ha encontrado algo que no se puede comprar, algo que no se puede tener. Ella, ha arañado su piel para desenterrar el tesoro, y lloró cuando sus dedos se desangraron con la piedra que ahonda bajo tierra. Ahí abajo no hay nada, adentro tampoco hay nada…
Por eso, sólo por eso, ha decidido atar a su muñeca una alas y dejarse llevar…

martes, 6 de abril de 2010

Carne y alma


Jamás pensó que estar sin él doliese tanto.
A veces, cuando el dolor la dobla, va a verle;
y allí, de pie frente a la piedra, le cuenta, en silencio,
cuanto vacío le ha sembrado...
Ahora su boca es inquisidora y sus labios son apenas la hendidura de un corazón abandonado.
Decidió dejarla de una vez, decidió que ya no le hacía falta, que ella se merecía la libertad que siempre anheló, esa con la que fantaseaba, con la que alardeaba ante quienes de verdad sabían que nunca sería libre. Porque él se fue para liberarla y le ha dejado un yugo que la asfixia. Nadie se lo puede arrancar, porque ese yugo lo eligió ella y sin saberlo, lo hizo en el mismo momento en el que fué suya, en ese momento en el que todo merecería la pena por tenerle siempre a su lado.
Ella hace lo que quiere, siempre hizo lo que quiso, por eso se ató a su cintura y ahora que él ya se ha ido, no encuentra la forma de atarse a la vida...

domingo, 28 de marzo de 2010

Amantes


Ella pensó que había encontrado al amor de su vida.
Vagó muchos años por pechos sedientos de lujuria y amor, por amantes caducos y desenfrenados, por hombres que lo hubieran dado todo por compartir su existencia con ella. Pero en él, encontró al amante perfecto, al amor más mezquino. Encontró al amor de su vida...
Y así, fue esquivando sus mentiras como esquiva los jirones de una bandera, que a duras penas enarbola su presente. Ya no puede decir que es lo que era, ya no puede arrancarte las entrañas con alguna frase despiadada porque su lengua se perdió en los vacíos de una boca que tan sólo le regala vanidades.
Frágil y marchita, aún pasea cual reina, pues su pérfido adonis la embellece con su furia lujuriosa de auténtica bestia.
Por eso, él es su amante, él será, siempre su amante...

martes, 23 de marzo de 2010

Así sea...


Es bonito dejarse llevar cuando la primavera ronda tu cintura, cuando todos los besos se hunden en lo profundo de tu garganta, cuando sabes que no importa dónde vas sino con quien llegarás…
Y así, erró por caminos de suntuosos paisajes que no le dieron más que veneno, tragos amargos que escupir, cual escrupulosa curandera viciada de mentira. Pero no le importó, porque ante todo, ella vagaba en su nube soñando con rosas y vino, pensando que todo era de su color favorito… Y de esa manera fue desgastando la vida, desgastándose en un fugaz intento de parecer normal, de sentirse diferente, de saborear el éxito, ese éxito que nadie ambiciona pero que para ella se convirtió en el ansiado Dorado.

sábado, 20 de marzo de 2010

martes, 16 de marzo de 2010

Buscando...


Vas, vienes, vienes, vas,
entras y sales,
pero nunca sabes donde estás.
Te ahogas buscando un camino
y no te das cuenta que ya has llegado.
Párate, respira y disfruta
este es tu destino...

domingo, 14 de marzo de 2010

Volar sin alas









Me arañas por dentro, me ahogas el alma;
y este envase que me asfixia el pulso no me deja estar.
Cansa estar siempre a prueba
porque nunca te dejas, nunca te olvidas.
Siempre alerta para no dejar pasar
ese mal momento, ese desliz, ese descuido...

Ha salido hoy el sol?
Dame tu sonrisa e ilumíname los ojos,
arráncate un cabello y átame a tu muñeca,
dame otro sorbo de tu boca.
Sólo tu saliva calma mi sed...

No podía entender que todo embarullara su cabeza de tal manera, sobre todo después de tanta palabra, de tanta explicación, de tantas muecas… Hoy ya no quiere luchar más, no quiere explicar más, no quiere verle más. Hoy romperá sus alas y no saldrá más a volar…

viernes, 12 de marzo de 2010

Si supiésemos cuándo y dónde volveremos a encontrarnos, la despedida sería más tierna


«Heme aquí, en esta histórica ciudad de Alcalá de Henares, tratando de decir unas palabras, trescientos setenta y ocho años después de que don Miguel de Cervantes Saavedra, nacido en ella, dijera discretamente la última suya antes de enmudecer para siempre. ¿Para siempre? El simple hecho de que hoy nos reunamos aquí, en esta prestigiosa universidad, para honrar su memoria, demuestra lo contrario, esto es, que don Miguel de Cervantes Saavedra no ha enmudecido, que su palabra sigue viva a través del tiempo, de acuerdo con el anhelo de inmortalidad que mueve la mano y el corazón del artista...»


Lo mismo digo...


(Tomado de «Una vida vivida», discurso leído en la ceremonia de entrega del Premio Cervantes, 25 de abril de 1994, en He dicho, Destino, 1996, pp. 211-212)

Mi sed


Si seduces mi mente, te doy mi cuerpo.

Si encuentras mi alma, seré tuya para siempre...